EVITA: INSOPORTABLEMENTE VIVA

Cada 26 de julio, el recuerdo de Eva Perón, nuestra querida Evita, se renueva en el alma de la Argentina. Este aniversario nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre su visión política y sus ideas, que siguen siendo una guía luminosa para aquellos que luchan por la justicia social y la dignidad de los más humildes.

Por: 17-10.arg

En su discurso «El Peronismo será revolucionario, o no será nada», Evita dejó clara su postura: la revolución no es un camino fácil, sino una travesía reservada para aquellos que poseen un compromiso inquebrantable con la justicia social. Este compromiso se refleja en su fanatismo peronista, un fervor que no es ciego ni irracional, sino una respuesta a la grandeza de una causa que busca la redención de los explotados y oprimidos. Para Evita, el peronismo era mucho más que una ideología política; era un movimiento de transformación profunda, una respuesta a siglos de injusticia y desigualdad. 

La justicia social, para Evita, no era un concepto abstracto, sino una meta concreta y urgente. Criticaba duramente a quienes romantizaban la pobreza desde la comodidad de sus privilegios, llamando a la acción y a la solidaridad auténtica. Su resentimiento social no provenía del odio, sino del amor profundo por su pueblo. Un amor que la impulsaba a luchar contra la oligarquía y los privilegios, defendiendo la idea de que todos los hombres y mujeres merecen vivir con dignidad. Evita aprendió de Perón que «el amor es lo único que construye». Esta lección la llevó a entender que el verdadero amor se manifiesta en el sacrificio, en dar la propia vida por la causa de los demás. 

En su visión, un auténtico descamisado es aquel que se siente y vive como pueblo, sin importar su apariencia externa. Esta identificación con el pueblo era para ella la base de un movimiento revolucionario que no se conformaba con reformas superficiales, sino que buscaba una transformación profunda y duradera de la sociedad. 

Evita nos enseñó que una sociedad justa y equitativa no se construye desde la pasividad, sino desde la acción decidida y el sacrificio. Hoy, más de siete décadas después de su partida, su legado sigue vivo. Su lucha por la justicia social, su compromiso con los trabajadores y su ferviente amor por el pueblo argentino continúan siendo una fuente de inspiración. Evita nos recuerda que la verdadera justicia se logra a través de la solidaridad y el esfuerzo compartido. 

En este nuevo aniversario de su muerte, honramos su memoria no solo con palabras, sino con el compromiso de seguir luchando por los ideales que ella defendió. Evita vive en cada acto de justicia, en cada gesto de solidaridad, en cada corazón que se levanta contra la injusticia. Si Evita pudiera ver la Argentina de hoy, gobernada por mentirosos e inhumanos, su voz se alzaría con la fuerza indomable de una tempestad. Denunciaría con vehemencia las políticas de Milei que benefician a los poderosos mientras despojan al pueblo de sus conquistas. Nos llamaría a la resistencia, a no permitir que los logros de los descamisados sean barridos por aquellos que no entienden el valor de la solidaridad y el sacrificio. 

En homenaje a ella. Imaginemos una plaza colmada de argentinos trabajadores, solidarios, sacrificados que acudieron a ese histórico lugar para escucharla. Imaginemos una voz que se levanta por encima de la multitud y dice: 

¡Compañeros y compañeras! 

¡Hoy, la patria nos llama a defenderla con pasión y valentía! El apátrida de Milei pretende arrebatarnos los derechos conquistados. ¡No podemos permitirlo!. Porque sus políticas libertarias son un ataque despiadado a los humildes, a los que menos tienen y a toda la clase trabajadora de esta gloriosa nación. 

Este mentiroso e inhumano de Milei quiere privatizar la educación y la salud, dejándonos desprotegidos y vulnerables, ¡a merced de los buitres del mercado! 

¡ No lo permitiremos! 

Milei miente, cuando dice que reducir el gasto público es la solución. Los peronistas sabemos muy bien que destruir el Estado provoca más pobreza, más desigualdad, más sufrimiento. Milei solo quiere un país para los ricos, donde el sacrificio de los trabajadores no tenga valor. 

¡No debemos retroceder ni un paso! 

¡No debemos claudicar ante estos traidores de la patria! 

¡No debemos dejar que estos inhumanos nos quiten nuestra dignidad! 

Y a la dirigencia actual del peronismo, quiero decirles: 

¡Basta de traiciones y tibiezas! 

¡Basta de complicidades silenciosas! 

Deben ser dignos herederos de Perón. Luchar sin descanso por una Argentina justa y solidaria. 

¡No Olvidemos! 

¡La patria es el otro, y en cada argentino vive el espíritu inmortal de la justicia social! 

¡No olvidemos el 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo rescató a Perón y reclamó justicia! 

¡Ese espíritu vive en nosotros! 

¡Alcemos nuestras voces! 

¡Defendamos nuestros derechos con pasión y coraje! 

¡No permitamos que nos dividan! 

¡No nos rendiremos jamás! 

¡Por Perón, por nuestra patria, por el futuro de nuestros hijos! 

¡Viva Perón! 

¡Viva la patria! 

¡Viva la justicia social!